“Chile se ha convertido en un Pais en el
cual nadie enfrenta nada, ni el gobierno”.
. La Republica independiente de Chile se encuentra a mil dias de la apoteosica celebracion del Bicentenario. El anhelado momento en el cual se abriran las anchas Alamedas por donde caminen los hombres libres e independientes. Una fertil provincia en la cual finalmente han madurado “los verdaderos ciudadanos”. Aquellos que Don Diego Portales solo atribuia posibles a sociedades civilizadas. Donde cada hombre es capaz de tomar sus propias decisiones y contribuir al orden publico. El Chile de hoy, es una nacion capaz de competir bajo los mas altos estandares internacionales. Considerado por los organismos internacionales como el pais mas seguro, estable y desarrollado de la sudamericana region.
. Este es el cuadro del Chile que nos quiere vender la Concertacion. Un Chile que vive “La Alegria” prometida en aquel plebiscito del 88. Pero este no es el Chile que vivimos. El Chile que vivimos es un Chile que la da seguridad a los delincuentes, e inseguridad a los ciudadanos. Donde el “Emblematico Proyecto de Transportes del Señor Lagos” impide que la gente pueda llegar a tiempo a sus trabajos. Donde la corrupcion politica ha alcanzado niveles tan descarados, que algunos politicos se atreven a considerarlo como “normal”. Donde la mentada “Desigualdad” aumenta dia tras dia. Volviendo a los ricos, todavia mas ricos, a los pobres aun mas pobres y a la clase media cada vez mas desvalida. Aunque no quisiera ser un “agorero del pesimismo”, lo anteriormente descrito no representa, ni de lejos, el mayor problema que atraviesa el pais. Un pais invadido por “El Conformismo”. En el cual nadie enfrenta nada. El ciudadano comun, se abstrae de la vida publica obnubilada por la basura televisiva. La aristocracia, como siempre, se centra en sus propios problemas. Mientras que el gobierno declara que “los problemas son una exageracion de la prensa”. Asi, a pesar de las duras evidencias de la deficiente gestion gubernamental, la concertacion se cruza de brazos, dando por segura la victoria presidencial de Insulza.
. Esta decadente situacion no representa nuevo bajo el sol. En las celebraciones del Centenario, la aristocracia organizo grandes fiestas al interior de sus ostentosas mansiones. Una Elite conformista y orgullosa de la prosperidad economica que vivia el pais, sustentada en la explotacion del salitre. Mientras la aristocracia vivia esta galopante prosperidad, la situacion del pueblo, del Roto Chileno, contrastaba radicalmente. Los trabajadores del campo vivian en situacion de permanente explotacion. La vida del obrero en las ciudades se desarrollaba al interior de miserables e insalubres conventillos. En medio de esta situacion de brutal conformismo y desigualdad, no seria nada extraño que a comienzos del Siglo XX, estallaran las mas violentas revueltas sociales que el pais halla conocido.
. El Chile del Bicentenario es un pais cesgado por un conformismo basado en “halagadoras cifras de organismos internacionales”, pero en el cual el ciudadano de a pie, sigue viviendo las mismas pellejerias que el resto de los hombres tercermundistas. Es un pais que sin duda ha progresado, pero que no debe conformarse con ese progreso y seguir luchando por un futuro mas justo y seguro. Y asi, no volver a caer en los mismos errores de hace un siglo.